NADA ES IGUAL QUE AYER

No, señor Presidente, nada es igualito que ayer; hasta ayer usted contaba con el apoyo de las organizaciones sociales, sectores populares y la izquierda revolucionaria, pero su derechización y traición le ha llevado a perder ese apoyo y hoy se encuentra solo con su círculo rosa y la embajada yanqui.





Nada es igualito que ayer, porque usted traicionó el proyecto de cambio y por un beso de la Hillary Clinton, así como Judas a su tiempo. Ha dejado el cambio y se ha convertido en la derecha del siglo XXI, que continúa con las mismas prácticas de la partidocracia, es decir, tapando la corrupción como es el caso de su amigo el come cheques, el ex Ministro del deporte, o los negociados de su hermano Fabricio que sobrepasa los 167millones de dólares. Nada es como ayer, usted señor Correa renegoció los contratos petroleros con las mismas transnacionales, solo cambió la modalidad, para darle otro nombre, disque de prestación de servicios, pero igual, las transnacionales se siguen llevando nuestro recurso natural, igual o más que antes.


Ayer usted decía defender el derecho a la resistencia, hoy a quienes resisten y luchan usted los persigue y los encarcela y, por último, aprehendido y mejorado, imita a León Febres Cordero para apoderarse de la justicia, llama a una consulta mañosa, que su único propósito es tomar por asalto la Corte de Justicia, y ser usted quien ponga los jueces.